Construir una marca personal es necesario para lograr destacar del resto de profesionales del nicho comercial al cual pertenecemos y puede convertirse en una fuente de éxito y ofrecer muchos beneficios personales. Fortalecer una reputación y establecer una imagen corporativa es absolutamente necesario para todo el que desee incursionar en el mundo digital.
Del mismo modo que ocurre con las empresas, las personas necesitan desarrollar una reputación digital que inspire confianza en sus potenciales clientes. Para esto, hay ciertas reglas y pasos que deben seguirse, los cuales serán tratados en las siguientes líneas.
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¿Qué es una marca personal?
El término es un poco difícil de definir académicamente, ya que simplemente se relaciona con la impresión que dejamos sobre las demás personas y la forma en que gestionamos esas impresiones.
Las primeras menciones las realizó el especialista en gestión empresarial Tom Peters en 1997, quien considera que cada uno de nosotros representa una marca y por lo tanto, debemos hacernos responsable de su gestión, siguiendo estrategias similares a las de cualquier marca; definir objetivos, propósitos, definir la propuesta de valor, trazar un modelo de negocios y dirigir una comunicación efectiva utilizando todos los medios disponibles.
Trabajar correctamente todos los aspectos anteriores te permitirá convertirte en un referente en tu sector, tener la suficiente credibilidad de cara a potenciales clientes y explotar todo aquello que realizas bien dentro de tu área profesional.
Pasos para desarrollar una marca personal
Te contamos cuales son los pasos que deberías seguir para desarrollar, potenciar y sacar el máximo provecho a tu marca personal.
Define tus objetivos
El primer paso será saber con exactitud cuáles son las razones por las que quieres desarrollar un proceso de branding personal. Para esto, habrás de analizarte a profundidad y conocerte a ti mismo; haciendo una evaluación consciente lograrás determinar cuáles son tus objetivos a corto, mediano y largo plazo tanto a nivel profesional como personal, teniendo un inventario de herramientas, recursos, habilidades y destrezas que te ayuden a cumplir las metas planteadas.
Ten en cuenta que estos objetivos pueden variar a lo largo de tu carrera; si estás culminando tus estudios, es probable que tu meta cercana sea conseguir prácticas profesionales o empleo bien remunerado, mientras que al pasar los años, el objetivo puede mutar a la consecución de un ascenso o la apertura de tu propia empresa.
Analiza el mercado
Ahora que ya sabes cuáles son tus fortalezas, debilidades, herramientas, objetivos perseguidos y todo lo que te hace auténtico, será mucho más sencillo determinar el público al cual te diriges. Seleccionar el target adecuado implica saber qué personas son más afines a tu persona y los servicios que ofreces como marca.
Sabiendo qué les motiva y cuáles son sus necesidades, podrás desarrolla productos destinados a resolver sus problemas, adecuar el tono de la comunicación para entregar un mensaje claro, elegir en qué canales publicar y en general, encontrar la forma de aportarle valor a la comunidad de seguidores.
Propuesta de valor y desarrollo de personalidad
Tal como se hace al momento de trabajar con una marca normal, se tendrá que definir misión, visión y valores, para luego desarrollar una personalidad acorde. Esto solo puede lograrse teniendo un conocimiento certero de las necesidades de nuestro público objetivo y la forma en que podemos diferenciarnos de nuestros competidores directos.
La misión, visión y valores en una marca personal son un poco diferentes a las que se establece dentro de una organización, puesto que responde enteramente a nuestras necesidades personales y profesionales.
- La misión se refiere a tu razón de ser quien eres, tu motivación. Por ejemplo: ayudar a los demás y ser feliz mientras trabajas.
- La visión hace referencia a tus proyectos futuros y todos los logros que deseas conseguir con tu esfuerzo. Por ejemplo, trabajar para la mejor agencia de publicidad de la ciudad y publicar un libro.
- Los valores son todo aquello que te definen como persona y te caracterizan como profesional. Por ejemplo, puntualidad, dedicación, optimismo, constancia y motivación al logro.
Un naming representativo
Cuando se trabaja una marca personal, lo más adecuado es utilizar el nombre propio de la persona. Sin embargo, esto no es limitante y podemos encontrar varias situaciones en la que hacer uso del nombre es inadecuado.
Por ejemplo, si los nombres y apellidos de la persona son muy comunes, no tendrán la fuerza necesaria para el trabajo de posicionamiento en redes sociales y motores de búsqueda. En ese caso, es necesario hacer variaciones que lo hagan único. Esto puedes lograrlo por medio de un apellido ficticio que funcione como pseudónimo. Literalmente, puedes crear un perfil profesional desde cero y utilizar el nombre que siempre quisiste, siempre que este se adapte a la esencia de la personalidad que buscas desarrollar para tu marca.
Tono de la comunicación
El tono elegido para la comunicación será fundamental para que el mensaje sea entregado apropiadamente a tu público objetivo. Es necesario encontrar el balance perfecto entre la personalidad de marca que se tiene planificada y el toque profesional necesario para tratar con clientes.
Hay que ser cuidadoso y no cometer el error de comunicarse en un tono que no va realmente con nuestra esencia personal, puesto que las personas van a notarlo y en lugar de atracción y empatía, sentirán rechazo.
Identidad de marca
Tal como ocurre con una marca, es necesario desarrollar una imagen corporativa. Con esto nos referimos a los elementos gráficos que representarán a tu marca personal. Es importante definir la imagen, el logo, la tipografía y los colores a utilizar. Se requiere el trabajo de un equipo profesional para la creación de la imagen corporativa y es fundamental contar fotografías profesionales que vayan acorde con la línea narrativa y el tono comunicacional seleccionado.
Credibilidad y prestigio
Finalmente, el último paso para la construcción de una marca personal sólida será poner manos a la obra y trabajar sobre la credibilidad y el prestigio. Que los clientes puedan promocionarte, hablar del maravilloso trabajo que haces y avalar aquello que deseas transmitir, comienza con el trabajo duro y la puesta en práctica de todo lo aprendido.